Unas cuantas jóvenes con extraños poderes y un árbol que ha crecido a través de un vagón de tren se aferran a la vida en una tierra desolada, buscando sus últimos depósitos de agua. Su lucha rutinaria por sobrevivir se ve interrumpida por la llegada de Wakaba, un niño que no tiene ningún recuerdo más allá de su propio nombre. Las niñas y su nuevo compañero se comprometen a un peligroso viaje a través de mares de niebla roja ardiente, todo ello con el fin de encontrar lo que necesitan para sostenerse en las islas más distantes y peligrosas, plagadas de bichos robóticos. Su destino final se decidirá por su propia fuerza, junto con la curiosa habilidad de Wakaba para entender a los Kemurikusa: misteriosas hojas brillantes con poderes maravillosos. Además de las chicas, Wakaba, y las hordas de voraces bichos, los Kemurikusa son las últimas chispas de vida que sobreviven en esta tierra. ¿Cómo terminaron las cosas de esta manera? ¿Por qué hay tantos edificios vacíos sin nadie que viva en ellos? Wakaba y las niñas carecen de las respuestas a estas preguntas, lo que significa que la verdad sólo se puede encontrar dentro del Kemurikusa.