Poputepipikku convierte la comedia absurda en once con sus referencias a la cultura pop y su hilaridad surrealista. Con dos protagonistas de buena fe de la escuela secundaria, la pequeña y excepcionalmente rápida para enojar a Popuko, y la alta e inquebrantablemente Pipimi, lanzan géneros contra la pared y no esperan a ver qué se pega. La parodia se entrelaza con el drama, la acción, la crudeza y el objetivo general del programa: convertirse en un verdadero anime.